jueves, 18 de noviembre de 2010

Film

Film (1965)
Duración: 20min
Director: Alan Schneider
Escritor: Samuel Beckett
Actores: Buster Keaton, Nell Harrison and James Karen

En esta breve película muda, estelarizada por un actor de gran peso y trayectoria, se aborda filosóficamente el concepto de la mirada y de la identidad, al estilo de Samuel Beckett, con un poco de teatralidad y usando símbolos para representar cuestionamientos existenciales. El manejo de la cámara es un elemento protagónico en el discurso del film, ya que no sólo funciona como el ojo mecánico que graba las imágenes, o el ojo que se limita a observar sin ser observado, en este caso, la cámara tiene una identidad, es percibida por los personajes e incluso los altera y atemoriza. El protagonista, interpretado por Keaton, evita cualquier contacto visual y se encierra en una habitación en la que se aísla de todo tipo de mirada, la propia en el espejo, la de animal, la figurada o fotográfica; cuando logra estar solo, mira unas fotografías que retratan el transcurso de su vida, para luego destruirlas con energía, esto para simbolizar que lejos de la mirada de los otros podremos mirar a nuestro interior para recrearlo o desmadejarlo.

Luego, en la soledad del personaje, comienza a dormitar y la mirada de la cámara toma corporeidad ya que lo espía y, se le enfrenta, ante la sensación de ser observado, el personaje despierta. En ese momento el personaje mira directamente hacia la cámara, como si mirara el espectador, como si otro se hubiera introducido a la habitación sin ser visto, sorprendido por esa mirada el personaje es revelado y en contraplano nos damos cuenta que el ojo que lo espiaba es el de él mismo. Para finalizar, el personaje se queda en su silla y se cubre los ojos con las manos.

Con esto se simboliza que a pesar de los esfuerzos por huir de la mirada de los otros, de la percepción de los otros, no podemos escondernos de la mirada principal o única, la de nosotros mismos.