Juan
Nunch, no tan conocido como Juan Carlos Nunéz Chavarría, es un joven
documentalista que se ha lanzado a una gran empresa en la sierra Tarahumara
para filmar la vida de un grupo de deportistas que más que preparación tienen
en sus venas la sangre de atletas de alto rendimiento.
Lleva
trabajando casi un año y medio en un largometraje documental de personajes,
llamado Pies ligeros, que se centra
en Victoriano Churro y Cirildo Chacarito, sus nombres occidentales porque ellos
son de una comunidad rarámuri de la sierra Tarahumara en Chihuahua.
“Ellos
fueron de los primeros ultramaratonistas de la etnia rarámuri en destacar al
competir con deportistas de alto rendimiento, en el 1994 fueron llevados a la
competencia Leadville trail 100 en Colorado, de 160 kilómetros, una competencia
rudísima. En ese entonces, Victorino quedó en primer lugar y Cirildo quedó en
segundo y además rompieron un récord porque Victoriano llegó como en 20 horas y
Chacarito en 21, un tiempo que superó las 24 horas que normalmente hacían otros
deportistas.
"A raíz de esta competencia los entrevistó Sport Ilustrated y ESPN,
mucha gente que no sabía que existían y que son una etnia son todavía más resistente
que los kenianos y los etíopes. Su gloria deportiva fue en los 90 y ahora ya
son ancianos y ya no corren, pero en ese tiempo viajaron a Estados Unidos,
Cánada, compitieron en Suiza y uno de ellos compitió en Japón, cosas increíbles.
Se puede llegar a pensar que fueron deportistas que alcanzaron la gloria y que
viven bien, pero a la hora que yo me encuentro con esa historia y los busco, pues
batallé mucho para llegar a su hogares porque viven a dos o tres horas del
último pueblo entre las montañas. Viven como todos sus compatriotas tarahumaras,
con vejaciones y pelean cada día por sobrevivir. Victoriano tiene 72 años y
Chacarito tiene 59, si tu le preguntas a alguien en Chihuahua más o menos saben
de ellos, pero en otro estado no son conocidos, es una historia oculta y a mi
me gustaría hacerles un pequeño homenaje a estos héroes que representaron a una
comunidad étnica en muchos países ganando muchas competencias, a quienes la
justicia deportiva o social no les dio lo que se merecen. Cuando llegué con
ellos me di cuanta que la historia no acababa ahí, porque me di cuenta que sus
hijos son excelentes corredores, así como lo fueron sus papás y sus abuelos,
son linajes de corredores, de alguna manera lo que busca este documental es
volver un poco la mirada a este pueblo y que estos hijos de ellos, así como
muchos otros corredores tengan la oportunidad de tener apoyos y de cambiar el
rumbo de su historia”.
En
los 90 se hicieron famosos aquí en México y en todo el mundo, Nunch platicó que
muchas marcas deportivas los buscaron para patrocinarlos, pero ellos ni
siquiera usan tenis así que era una incoherencia total, se los pusieron en una
carrera y al poco tiempo se los quitaron porque le hacían daño, ellos fabrican
sus chanclas y corren con su atuendo tradicional. Otros deportistas llevan su
psicólogo, su nutriólogo, doctor, entrenador personal, todo, hasta maquillistas
y camerinos, pero ellos se visten con su ropa tradicional y comen pinole que ellos mismo hacen, así
como sus chanclas y ni siquiera entrenan como tal.
Un
cazatalentos gringo llamado Fisher los buscó para llevarlos a competir porque
era conocida la resistencia de estas etnias; este hombre los convenció de ir
una vez al Leadville y arrasaron, fueron 7 competidores y Churro y Chacarito
hicieron el uno dos, y al siguiente año buscó a otros competidores tarahumaras,
así que durante 7 años seguidos fueron ganadores, pero después de este tiempo ya
no los volvieron a invitar porque no eran el prototipo de deportistas que los
gringos querían proyectar, y este Fischer no fue muy buen manejador con él, ya
que al parecer los explotaba.
Ahora
también se hacen dos ultramaratones en la sierra Tarahumara, el de Urique y
Guachochi, de 100 kilómetros y a donde también han venido a competir con los
tarahumaras atletas de alto rendimiento de muchos lugares, porque para estos
deportistas es muy interesante correr al lado de esta etnia. En junio es la
maratón de Guachochi y ahí es a donde Nunch y su equipo llevarán a dos de los
hijos de cada uno de sus personaje para competir y documentarán esta carrera.
Nunch
platicó que para este documental preparó durante un año el guion, y en marzo
hicieron la primera etapa del rodaje, del 21 al 31 en la Sierra Tarahumara, y
en julio vuelven otros 5 días a grabar la carrera y concluirán el rodaje para
seguir con la posproducción, buscando un poco de financiamiento, porque para iniciar
Nunch recibió apoyo del Imcine para hacer la investigación y comprar un poco de
equipo, sin embargo ha tenido que utilizar parte de su dinero y un poco que le
ofreció el estado de Chihuahua.
“La
historia se centra en la vida cotidiana de estas personas, que alguna vez
tuvieron muchas cosas y ahora viven de los recuerdos, también vamos a mostrar
un poco la cosmogonía de los rarámuris, como la Semana Santa, porque ésta y el
12 de diciembre son las fechas más importantes”.
Este
documental será la ópera prima de Juan Nunch, que dijo que la experiencia es
fuerte porque ha tenido que ser guionista, productor, director y casi casi de
camarógrafo. Él estudio Ciencias de la Comunicación en su estado natal, Chihuahua.
Luego se fue a estudiar Artes Visuales a Monterrey durante dos años y medio
hasta que se hartó y estuvo en Guadalajara casi de road trip y ha colaborado en
otros documentales, como Mujeres Centella y otro sobre La Martinica, junto con otros realizadores xalapeños.
También ha hecho un poco de video musical y publicitario.
Lo
que lo llevó a este proyecto fue que se acercó a otras etnias de Jalisco,
Chiapas, Oaxaca y por eso pensó en quienes viven en su estado, así que
descubriendo otros lugares fue que la vida lo llevó a fijarse en las historias
que ofrecía su natal Chihuahua.