lunes, 4 de febrero de 2013

Joaquín Cosío opina sobre el cine mexicano




Más allá de ser un actor, Joaquín Cosío dijo que hace las cosas por placer, por el gusto que le producen, así que además de la actuación, Cosío también es amante de la literatura, fruto de esa relación es su libro de poemas Bala por mí, el cordero que me olvida.
 
La noche del sábado, en El Refugio, el actor del cine mexicano, que ha participado en películas como El infierno y Matando Cabos, platicó con un nutrido público de jóvenes y adultos en un bar del centro de Xalapa sobre la literatura y sus gustos, como una plática entre viejos amigos, en donde la gente pudo conocerlo un poco mejor y mirar otra de sus facetas como artista.

Después de la presentación de su poemario, entre un río de voces y el sonido de las botellas de cerveza, Joaquín Cosío ofreció una entrevista en la que dio sus opiniones sobre el cine mexicano y la voluntad del artista.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el cine nacional?

“Estamos ante un industria muy complicada y costosa, hacer cine en México es muy complicado porque tenemos una competencia bastante desleal en el sentido de la producción norteamericana y tenemos problemas de distribución gravísimos, sin embargo, el cine mexicano está respirando, se está moviendo, hay nuevas generaciones que están entrando y fortaleciendo mucho el cine nacional. Hay una nueva generación de actores, directores, guionistas y parece que el momento es importante y me siento contento se estar formando parte del cine nacional. Sin embargo es bastante lo que tiene que hacerse, hay que reglamentar y hay que estar apoyándolo en todos los sentidos”.

¿Qué opinas de que el cine mexicano esté llegando a festivales internacionales?, por ejemplo, el trabajo de Reygadas e Inárritu.

“El cine mexicano está ganando posiciones, se está produciendo mucho, no siempre lo mejor, pero entre más se produzca hay más posibilidades de que haya mejor cine. Y como siempre, las grandes propuestas, desde mi punto de vista, siempre vienen de la voluntad de quienes quieren hacerlo, el artista nacional es muy firme y tiene que enfrentarse a una gran cantidad de problemas. Siempre es el esfuerzo individual el que da la muestra de lo que se puede hacer. Las subvenciones siempre son veleidosas, no siempre son lo esperado, además hay una política cultural bastante fallida e inconstante, pero la voluntad del artista nacional siempre se impone y es esa la que siempre aporta y descubre”.

La gente alrededor de Joaquín Cosío lo felicita, le toma fotos, le piden autógrafos, él se muestra amable y alegre entre gente que ha disfrutado de su trabajo, es un hombre muy grande, de manos demoledoras y rostro redondo e intimidante, pero ahí, entre la muchedumbre del bar, se inclina sobre la pequeña grabadora y parece más cercano, hablando de una industria que le apasiona.

En cuanto a los festivales, además del de Morelia y Guadalajara, ¿que opinas de otros que se llevan a cabo en el país?

“Curiosamente ha habido una especie de moda de festivales. Siempre es algo bueno y es bastante necesario que el cine nacional se exponga o que haya foros a los que la gente puede ir. Claro que los de Morelia y de Guadalajara son importantísimos, pero ha habido otros como en Zacatecas, Durango, Chihuahua. Ojalá proliferen, siempre serán bienvenidos y necesarios.

En cuanto a tus proyectos, ¿qué puedes decirnos?

“Estamos cerrando el año, ya el próximo veremos, pero por el momento hay varias películas en las que estoy participando La vida precoz y breve de Sabina Rivas, de Mandoki, Las paredes hablan y Santos vs. la Tetona Mendoza”.

¿Dinos qué es eso que te ofrece la actuación?

“Actúo porque me divierto y cualquier papel siempre es divertido e interesante, cualquier proyecto es algo que me mantiene bastante contento”.

¿Qué nos puedes decir de Xalapa?

“He venido de vacaciones, tengo amigos, es una cuidad muy hermosa, se come muy bien, se toma un café espléndido. Tengo amigos querido aquí, escritores, actores y Xalapa tiene una tradición cultural enorme, aquí se han forjado actores notables como Damián Alcázar y Dagoberto Gama y desde luego, hay una tradición literaria importante”.

Ahora que se está difundiendo las licenciaturas y maestrías de cine con reconocimiento, ¿qué opinas que esto esté pasando en México?

“Me parece formidable, evidentemente es fundamental hacer escuelas de cine al igual que con cualquier disciplina, sobre todo ahora que México requiere del arte para sanar la heridas que tiene, es un país que está sufriendo mucho y el arte vendrá a sanar un poco a ese dolor”.

En cuanto a presupuestos y el apoyo del gobierno, ¿qué opinas?, ¿cada día son menos?

“No soy optimista en lo que el estado hace, yo creo en la gente, en los nuevos artistas, en las comunidades, vigorosas como la de Xalapa que tiene tanto creador. Creo en las comunidades de artistas como las de Zacatecas y Chiapas, gente que hace y no se espera a las subvenciones. Yo no creo en las políticas del estado, la misma palabra, política para mí es complicada.

¿Qué le dices a los jóvenes que quieren hacer cine y viven en este México que esta cambiando?

“Que sigan su pasión, la cual es un río turbulento que hay que dejar correr, que se diviertan y no ceden ante los impedimento que van a encontrar”.
La noche sigue, los amigos brindan y Cosío firma su libro de poemas, que hacen un homenaje a Ciudad Juárez, un lugar lastimado que día a día lucha por sobrevivir.



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