El
talento en Xalapa no deja de rendir frutos, en esta ocasión el joven realizador
Fernando Álvarez Ganem, estudiante de la Escuela Veracruzana de Cine Luis
Buñuel mostró su cortometraje “Quique” en el Festival de Cine Extremo de San
Sebastián en el puerto de Veracruz, el cual ganó una mención especial a
tratamiento de documental.
Este
cortometraje documental dura aproximadamente 12 minutos y fue filmado en
Xalapa, en el barrio de Xallitic, cerca de San José, la calle de Lucio y
Madero, en él se aborda la vida de un chico, Quique, “una suerte de punk rural
xalapeño que aparentemente vive fuera de la realidad, así que el documental es
un retrato de su cotidianidad, de su visión del mundo y habla un poco de las
mujeres, de las drogas y del mundo interior de este personaje”.
El
corto se filmó hace dos años con los compañeros de la Luis Buñuel, el montaje estuvo a cargo de Juan Alberto
Arroyo del Castillo, pieza fundamental en la creación de trabajo, la producción
fue Jessica Morales y contó con la ayuda de Ares Pintle, maestro que los
asesoró en la posproducción.
“Quique”
es el segundo trabajo que Ganem que ha ido ha sido “festivaleado”, el primero
también fue un documental llamado “La OMC mata campesinos”, que estuvo en la
selección oficial de un festival muy importante de documentales iberoamericano
que se llama Contra el Silencio, organizado anualmente en el DF, sin embargo,
comentó que ha hecho otros trabajos en su escuela que aún no se han visto en la
pantalla grande, además ha colaborado en otras filmaciones, de la mano de su
maestro Marcel Sisniega, recientemente fallecido, a quien Ganem dedica el
premio recibido en el Festival de Cine Extremo.
En
cuanto a “Quique”, dice que no está seguro si le dará un segundo tratamiento al
trabajo y está valorando si se hace medio o largometraje, pero seguro lo enviarán
a otros festivales, uno de los foros más importantes para difundir el trabajo
de cualquier cineasta. Ganem comentó que lo más importante para enviar una
cinta a festivales es estar seguros de la calidad del trabajo y así ya sólo se
busca una convocatoria en la que quepa y pasar una serie de filtros.
Actualmente
los cada vez más numerosos festivales son un importante medio para que los
cineastas, tanto jóvenes como veteranos den a conocer su trabajo tanto en su
región como a nivel mundial, así que aunque no siempre es posible ver lo que
los realizadores están filmando, la diseminación de estos festivales los
acercan un poco más al público.
Los
proyectos que Ganem tiene en puerta son dos, uno, en el que él fue productor,
que se filmó en Nicaragua y Costa Rica es sobre el Licor Flor de Caña, que se
bebe en muchos países de Latinoamérica, el cual “está matando a la gente, literal,
por los pesticidas y los agroquímicos para tratar la caña, nosotros no lo
creíamos pero lo vimos de primera mano. Entrevistamos a un sujeto, Ricardo, el
jueves, y el sábado asistimos a su entierro. También estamos trabajando en un
segundo documental que es sobre un anciano que busca esposa en el mar, y lo han
ido a ver cantidad de mujeres , así que está en la búsqueda de un amor para poderse
morir en paz, como él lo dice, don Pedro, de Chacalacas”.
Al preguntarle
al joven director porqué eligió el género del documental, contestó que desde
chico tuvo la necesidad de agarrar una cámara y se salía con una a eso de los
10 y doce años y que recuerda que una de las personas que le ayudó a aclarar el
camino que iba a seguir fue su maestro Marcel Sisniega, que lo invitó a
participar en algunos proyectos. Ahí comenzó a enfocarse en el documental
porque pensaba que debía ser un medio de trasformación, a él le gustaba el
documental político y social, y con el paso del tiempo sigue creyendo en él
pero su principal interés es retratar la vida real de primera mano, algo que la
ficción no le ofrecía, estar de primera mano con el que te da la historia en el
momento
En
cuanto a los riesgos de la forma de usar el montaje, la edición y la fotografía
al narrar un documental y que esto pueda afectar lo que estás diciendo de la
realidad, Ganem dijo que sí es un riesgo pero el documental siempre va a ser subjetivo,
“desde el momento que uno coloca una cámara en cierto lugar y no en otro, ya
estás modificando la realidad. Hay muchas formas de hacer documental, hay quien
modifica completamente la historia en la posproducción y hay quien no, pero eso
ya depende de la visión del artista y lo que quieras trasmitir, la ética, la
moral, pero es un debate muy amplio y riesgoso”.
No
se pude decir cómo se deben hacer las cosas, pero “en la medida de lo posible
sí me gusta ser un tanto objetivo aunque esté diciendo una locura, trato, pero
bueno, siempre se escoge determinada parte, si yo escojo determinada sección de
la voz en off, entonces estoy poniendo en evidencia mi punto de vista”.
Para
terminar la breve entrevista, Fernando agregó: “estoy muy agradecido con la
escuela y con Marcel”.
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